Lugares que he visitado (y que quiero visitar)

18.2.05

¿Una historia rectilínea?


Posted by Hello

Soy ser humano. Tengo mis derechos. Lo pone en algún libro memorable hito en los avances sociales del siglo XX. Por fin he podido ejercerlos. Ya soy libre otra vez, aunque no sé por cuánto tiempo. Ahora las tierras de España me esperan. Mañana será el sureste. La semana siguiente quizás sea un castillo en mitad de un páramo. Otro día será la vuelta atrás a la época en que se hablaba latín y se llevaba túnica blanca. Reclamo mi derecho a sentir la dulzura del silencio al aire libre. Reclamo mi derecho a ver los destellos verdes del último rayo del sol. Reclamo mi derecho a, algún día, hacerlo mientras beso los labios suaves, trémulos de alguien que quizás lo necesite...

Reclamo mi derecho a todo eso. Por eso tengo que ir a buscarlo allá donde esté. Aunque sea lejos. Siempre he sido esclavo de lo previsible. Mi vida ahora necesita entropía, música, el sonido de los grillos, las risas cercanas y comprendidas, la cadencia de un poema que describa mi vida, el frescor de hacer el amor a cielo raso, a ver los kilómetros pasar y a ver la vida seguir. Reclamo mi derecho a todo esto.

El camino está justo delante. Sólo tengo que recorrerlo.

4.2.05

Noches Prosaicas


Un demonio lógico Posted by Hello

Con tranquilidad, y te vas, y nada más. Y ahora, ¿qué? ¿Hasta cuándo otra vez? ¿Existe una vía de acceso? ¿Dónde está el límite entre el desconocimiento, el hartazgo, la filantropía y la bomba humana? Pocos serán, supongo, los que creen que esto es demostrable matemáticamente, y creo que yo soy uno de ellos. “No sé”. Una frase que repito más de quinientas veces al día y que ahora es la única que me viene a la cabeza, la única definición que tendría de todo, de un Todo y de un Tú. Poco es ya lo que mi entendimiento puede alcanzar. Y sin más, y te vas, y adiós, “hasta la próxima” dijiste, y yo sólo supe responder con un “a ver si nos vemos más a menudo”, que, aunque te parezca incierto, fue absolutamente espontáneo, pues yo ignoraba que la noche fuera a terminar así. No sé. Qué concepto tendrás a estas alturas de mí, pero el mío hacia a ti va tornándose a un dulce color violeta pardo que me invita a la aproximación, al interés humano y justo, al de verdad, y no al hipócrita. No sé. Si algo te habrá importado todo lo poco que hemos estado hablando hoy, para mí lo mucho, ya sabes... relativismo, que nos rodea por todas partes. Aunque quizás existan algunas verdades absolutas innegables y que nos ocurren día a día. Te estás haciendo importante, chica. Por momentos, y, de nuevo, sin saber por qué. Pero esto, Alicia, nunca lo he sabido. Y me gustaría saberlo, y saberte. Sólo por curiosidad, por todo lo anterior, lo explícito y lo implícito, y todo lo demás, que no está, y que no sé. Y me gustaría ser como Sócrates, por qué no, pero estoy escribiendo, me encanta, y sé que no estoy perdiendo el tiempo haciéndolo. Sé que eres importante, y eso quizás sea lo único que sepa. Aún me duele el beso de despedida en la mejilla derecha; ha sido duro, y este dolor me servirá para mantener durante el proceso de síntesis de lo acontecido en mi alma, tu rostro, tu gesto. Y después de todos estos duros golpes, ¿qué piensas? ¿qué sientes? ¿qué recuerdas? ¿la nada, o el todo? ¿alguno de ellos existe? Quiero saber tantas cosas y no sé nada. ¿Hasta cuándo? ¿la próxima, hasta cuándo? ¿la verdad, hasta cuando? Quiero vivir tantos momentos y soñar tanto; quizás por eso me resulten irrealizables todos ellos más unos cuantos. Quiero soñar contigo, en un mar de nubes rojizas, como el raro color térreo de tu pelo, brillantes, reflectantes, y nosotros, sus habitantes. Aunque sea una tontería, que lo es, y creo poder decir que lo sé. Pero relativa, ya sabes. A un sistema situado en ese centro de masas y sentimientos que tan ocupado y uniformemente acelerado está. Si sabes, y si quieres saber, podrás responder a todo lo que quieras; me gustaría que fuera a todo, aunque algo parezca innecesario. Quiero saber y no sé. Quiero conocer e ignoro. Términos equivalentes. Y Tú y Yo. Y unas letras que tanto me gustaría enmarcar y ver enlazadas, una ce y una a, abrazándose y despidiendo una energía sobrenatural, casi astrológica, ¿o astronómica? Aeronáutica. Despreciemos el rozamiento con el aire, por favor, aunque sea irreal e incluso peligroso para usuario final. Creo y no sé que empiezo a creer quererte. Mas yo denuncio ignorar. Yo convalezco incógnito. Y variable. Y solitario.
Deseo volverte a ver.