Lugares que he visitado (y que quiero visitar)

21.1.06

Autoengaño



















Sé que estás ahí.
Sé que me lees.
Pero tú no te atreves a llamar
a esta puerta siempre abierta
pero para ti siempre oscura.

Te llamo, pero nunca me oyes.
Cuando me llamas, te oigo,
pero no sé si soy yo a quién llamas.
No aguanto más la angustia
que trae el deseo frustado.

Ya tanto tiempo.

Sé que quieres que sea bello.
El momento en que todo ocurra.
Sé que quieres la magia,
el misterio de cerrar los ojos
y no saber cuándo nos besaremos.

Yo no quiero lo contrario,
tú y yo somos diferentes,
pero sólo del resto.
Nosotros sólo queremos querernos,
pero nos da miedo.

Desde hace ya tanto tiempo.

Acércate y no temas
la caricia que recorre tu espalda
mientras tus labios me regalan
el beso que yo anhelo.
Los dos los queremos.

Desde hace ya mucho tiempo.

17.1.06

Escribir

Sobre ti

















Escribo sobre aquello que soporto
las pequeñas muertes, las heridas.
Escribo mi miedo
mi falta de amor.
Escribo desde el corazón
pero es siempre

Sobre lo que no he podido decir
no he podido vivir, no he sabido retener.
Escribo en verso
y contra todos.
Siempre es un infierno
que me empuja

A echar tinta sobre el papel
y la culpa a los que me han dejado.
Escribir es retroceder
al instante en el que todo se derrumbó.

No se escribe
sobre lo que se ama,
sobre lo que no plantea
problemas.
Por esto
no escribo
sobre ti.
Cálmate.

Escribo aquello que me hiere,
la lista de fuerzas que me quedan,
los kilómetros de vida perdida.
Dolor en prosa, versos quebrados.

Escribo como se maúlla bajo la luna.
Por la noche, empapo la pluma.
Escribo el absceso
Escribo la ausencia.
Escribo la lluvia
no el buen tiempo.

Escribo lo que no se dice
sobre los muros, sobre los tejados.
Escribir, es siempre volver
hacia aquéllos que nos hicieron partir.

No se escribe sobre lo que no falta,
y que se es feliz, y que todo va bien.
Por esto
no escribo
sobre ti.
Cálmate.

Escribo cuando me duelen los demás,
cuando mi pena se parece a la tuya,
cuando el mundo me da la espalda
yo le pongo el sombrero.

Escribo el blues imborrable,
eso me parece menos difícil.
Contárselo a todos mejor que a uno,
y tener la última palabra.

Hace falta que ella se haya ido ya
para escribir "no me abandones",
y que ya no vivan bajo el mismo techo
para que él venga a decirle que se va.

No se escribe la suerte que se tiene,
ni una canción de amor cuando se tiene.
Por esto, mi amor
no escribo nada
sobre ti.

Cálmate.